Cartel político (afiche)
Además de su importancia como medio de información visual y de publicidad, el cartel posee valor histórico como medio de divulgación y propaganda en importantes movimientos de carácter político y se convirtió en un gran elemento potenciador del mensaje político, para la persuasión de las masas. Más recientemente con nueva misión, la de servir al diálogo entre emisor y receptor en la comunicación electoral.
El cartel en la primera guerra
La Primera Guerra confirió al cartel un papel de elevado contenido persuasivo: el de la propaganda política. Gran Bretaña tiene el cartel como el instrumento más utilizado para apelar al esfuerzo de guerra, principalmente para el reclutamiento voluntario de las «Divisiones de Kitchener» (las integradas por voluntarios que respondieron al llamado del Secretario de Guerra), a través del más célebre cartel británico de reclutamiento, creado por Alfred Leete, donde surge representado el ministro de guerra, Lord Kitchener, con una mirada expresiva y un dedo indicador acusador para el público, en un apelo frontal: «Británicos, tú, te unes al ejercito de tu país!». Se estima que el esfuerzo de comunicación llegó a armar 2,5 millones de soldados en año y medio. El éxito del cartel hizo seguidores de la versión «I want you» como Dimitri Moor cuya obra marcó al diseño gráfico ruso durante las primeras décadas del régimen comunista, el estadounidense James Montgomery Flagg, creador del afiche del Tío Sam, y otros en Alemania, Brasil, Italia y Hungría (Caro, 2012) [1]
Los carteles británicos (y de otros países) utilizaban largamente la «palabra de orden», con carácter imperativo («go and help», «be ready», «come over here», etc). En los últimos años del conflicto se observó el uso del estilo «atrocity propaganda»: de los temas del reclutamiento se pasó a la difamación del enemigo, y para el apoyo moral de la tropa.
Los Estados Unidos de América entraron en la guerra tardíamente, en 1917, y recibieron larga colaboración de artistas como Howard Chandler Christy y James Montgomery Flagg. Los temas son las convocatorias de hombres para la lucha, mujeres para la Cruz Roja, y los Liberty Loan, fondos para financiar la guerra, a través de adquisición de títulos por parte de la gente. El lenguaje, diferente de los carteles ingleses, era fuertemente emocional, buscando sensibilizar más que chocar, aconsejar más que ordenar. No hacían el uso de la atrocity propaganda.
El cartel y la propaganda política en la ascensión de los líderes del siglo XX y XXI
El arte pasó a ser utilizado como un poderoso instrumento de persuasión, dirigido a la población mayoritariamente analfabeta, como era el caso de la joven Unión Soviética o de la vieja Alemania. No faltaban, en el siglo xx, hechos que marcaran la humanidad, como las guerras mundiales, la ascensión y caída de dictadores, regímenes, y la ascensión de la democracia. El cartel se tornó elemento central para la difusión de esos sucesos. Lenin, Mussolini y Hitler utilizaron carteles de forma eficaz en sus proyectos políticos. En Rusia la comunicación gráfica fue tan perfeccionada por los artistas que terminó alcanzando status de movimiento artístico marcado por su tipografía arrojada, dominando la sans-serif, en varias escalas, eslóganes evidenciando el carácter chocante y violento en términos de contenidos y disposición, texto más comprometido con cuestiones ópticas que fonéticas, creando ilusión de ritmo de lo escrito, utilización de diseño, fotografía y fotomontaje posibilitando alteración, duplicación y recombinación de los elementos de forma ruda y agresiva, en nuevas perspectivas y proporciones, en la composición, el layout no respetaba cualquier regla de simetría, proporción y orientación –sacando partido de la diagonal y la vertical–.
En Italia también el cartel fue explorado a favor del régimen, influenciado por los movimientos futurista y novecentista.
En Alemania la propaganda adopta métodos igualmente agresivos, cuidadosamente planeada y construida, «no fue solamente un aspecto fundamental, sino que representó todo» (Quintero, 1990: 308). La propaganda hitleriana o nazi, las grandes masas populares eran los principales, sino el único público objetivos a alcanzar. Simplicidad, repetición, emoción como puntos esenciales en toda su propaganda, en la radio, periódicos, cine, teatro, bellas artes, carteles, literatura, música, arquitectura y urbanismo, hasta el mismo lenguaje coloquial –todo al servicio de la máquina persuasiva–. El objetivo, declaró en «Mein Kampf» era
«despertar la atención de la masa y no ensilar a los más cultos o aquellos que procuraban cultivar el espíritu, su acción […] [debería] ser cada vez más dirigida al sentimiento y solo condicionalmente a la razón».
Estaba presente un gran realismo en las ilustraciones, agresividad y provocación en los eslóganes, palabras de orden. Algunos diseñadores de C. nazistas, Paul Hermann, Artur Kampf, Elk Eber, Ludwig Hohlwein. No obstante el sentimiento hacia al nazismo, la contribución Hitler/Goebbels a la propaganda política fue notable y destacable (Viana, 2003)[2].
Importancia contemporánea del cartel
El cartel ha tenido, tiene y tendrá un rol importante a lo largo de la historia de la comunicación política, en el proceso de información y persuasión. En las Campañas electorales contemporáneas las imágenes de los carteles son a menudo reproducidas y transformadas en adhesivos, camisetas, franelas, pósters, etc. El famoso cartel de campaña de Obama fue vendido en forma de póster y recaudó cerca de US$400 mil en 2008, para la campaña presidencial estadounidense. El cartel creado por el artista de calle de Los Angeles, Shepard Fairey fue indicado por el diseñador británico Patrick Burgoyne, para el premio Brit Insurance Design Award 2009, venciendo en la categoría de Artes Gráficas (BBC Brasil, 2009)[3]. Según Deyan Sudjic, director del Museo de Design de Londres:
«El cartel de Obama es un recuerdo del impacto del diseño en nuestras vidas diarias. El cartel se transformó en símbolo internacional de la historia reciente».
Véase también
Bibliografía
- Pizzarroso, A. (1990): História da Propaganda. Lisboa: Planeta.
- Real Academia Española (2001): Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española, DRAE. (22.ª Edición).
Referencias
- ↑ Caro Boris, I. (2012): Los parientes menos conocidos del Tío Sam. Consultado en <http://goo.gl/pQp5kx>
- ↑ Viana, F. (2003): O Cartaz e o outdoor ao servido da comunicação política: uma abordagem sobre a propaganda política vs publicidade política. Lisboa: UFP Universidade Fernando Pessoa.
- ↑ BBC Brasil: Pôster de Obama é electo design do ano. Consultado en < http://www.bbc.co.uk/portuguese/noticias/2009/03/090319_posterobamapremio.shtml >.
Autor de esta voz