Encuesta

De WIKIALICE
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El término encuesta o sondeo hace referencia al uso de técnicas estadísticas de muestreo para obtener información de un reducido número de individuos e inferir sus resultados al conjunto de la población investigada (Kish, 1995)[1].

Desde el punto de vista temporal y del método de obtención de la muestra se clasifican en:

  • Encuesta transversal: una muestra representativa de individuos escogidos para una única medición;
  • Encuesta periódica o continua: distintas muestras representativas de individuos para distintos momentos de medición en el tiempo; y
  • Encuesta panel: una única muestra representativa de individuos para sucesivas mediciones en el tiempo.

La información se consigue a través de la entrevista. Se trata de un proceso comunicacional y de intercambio de información que se aplica en distintos contextos:

  • Encuesta personal: de forma presencial, estando el entrevistador en frente del entrevistado;
  • Encuesta telefónica: a través del teléfono;
  • Encuesta postal y/u online: cumplimentando el entrevistado un cuestionario sin que intervenga un entrevistador;
  • Encuesta observacional: el entrevistador cumplimenta un cuestionario en función de lo que observa en el comportamiento de otros individuos.


El instrumento por el cual se realiza la entrevista es el cuestionario estandarizado, entendiéndose por estandarización que todos los individuos de la muestra reciben a priori los mismos estímulos o preguntas y tienen las mismas opciones de respuesta. De esta forma la encuesta consigue recoger las opiniones, actitudes, valores y características sociodemográficas de la población estudiada.

Evolución histórica

El uso de la encuesta en el ámbito de la opinión pública nace en el siglo XIX. La primera documentación de una encuesta de opinión data de 1824, realizado para el periódico local de Harrisburg en Estados Unidos, que intenta predecir el ganador de las elecciones presidenciales (Moon, 1999)[2]. La encuesta daba como ganador al candidato Andrew Jackson. De hecho obtuvo la mayoría de los votos. Sin embargo la encuesta no tuvo en cuenta el efecto del sistema electoral, es decir, el colegio electoral de 538 compromisarios electos, encargados de elegir al presidente y vicepresidente. El sistema no trasladó la proporcionalidad de los votos emitidos por los ciudadanos a los compromisarios y por ello John Quincy Adams obtuvo un mayor número de compromisarios, convirtiéndose de esta forma en el 6.º Presidente de los Estados Unidos. La aplicación de la encuesta se desarrolla también durante el siglo xix y principios del siglo xx en los países europeos, vinculado a los problemas sociales derivados de los procesos de industrialización de sus sociedades. Los estudios de Fédéric Leplay (Kertzer y Barbagli, 2002)[3] en Francia, Charles Booth (O’Day y Englander, 1992)[4] en Inglaterra y M. Weber en Alemania (Weber, 1892)[5] son ejemplos de cómo esta técnica determina los primeros pasos de la investigación social empírica.

La representatividad de los métodos de encuesta fue perfeccionándose durante las primeras décadas del siglo xx. Un caso paradigmático de la capacidad predictiva de la encuesta fueron las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 1936 (Moon, 1999)[2]. Literary Digest utilizó una muestra de más de 2 millones de votantes, en la cual habían determinado que la población norteamericana tendía a simpatizar con el Partido Republicano. Una semana antes del día de las elecciones presidenciales pronosticaron que Alf Landon del Partido Republicano iba a ser elegido presidente. Al mismo tiempo George Gallup condujo una encuesta de mucho menor tamaño, pero aplicando criterios de aleatoriedad y de representatividad sociodemográfica, y predijo correctamente la victoria de Franklin D. Roosevelt del Partido Demócrata.

A partir de los años 50 la aplicación de la investigación mediante encuesta se extendió a casi todos los países, usándose con fines comerciales por parte de las empresas (investigación de mercados) o con fines electorales y políticos por los medios de comunicación y los partidos políticos.

Las décadas doradas del uso de la técnica de la encuesta fueron los años 60, 70 y 80. La encuesta telefónica fue la variante más usada, por el fácil acceso a los individuos, dado que los operadores de telecomunicaciones ejercían normalmente como monopolios públicos en un ámbito territorial determinado y publicaban los listados de número de teléfonos. Además la penetración del teléfono fijo en los hogares de las sociedades industriales avanzadas era muy alta. Otras razones no menos importantes fueron el menor coste de producción de las entrevistas y la rapidez en la obtención de resultados.

En los años 90 irrumpió con fuerza el fenómeno de internet y el uso por parte de la población tuvo en los últimos 15 años un crecimiento exponencial.

Situación actual

Se asiste a un proceso continuo de digitalización del comportamiento de los individuos: el acceso a todo tipo de información –buscadores de páginas web, enciclopedias online, medios de comunicación digitales–, la comunicación multidireccional –correo electrónico, Redes sociales–, el consumo audiovisual y las transacciones económicas –comercio electrónico–. A través del terminal móvil inteligente o smartphone se realizan todas las actividades de internet mencionadas, en cualquier momento y en cualquier lugar.

De esta forma la digitalización de la actividad humana produce el big data, una inmensa cantidad de datos estructurados, semi-estructurados o desestructurados, proporcionando información del comportamiento real de los individuos y sustituyendo en parte la información obtenida mediante las técnicas de encuesta. Este fenómeno tiene por tanto un efecto en el uso de las técnicas de encuestas en los distintos ámbitos de investigación (opinión pública, estudios comerciales, investigación socioeconómica), pasando del dato «diseñado» de la encuesta al dato «orgánico» de internet (Groves, 2011)[6].

Los campos de aplicación de la encuesta están actualmente sometidos a un proceso de redefinición y reposicionamiento, buscando nuevos terrenos de uso, como por ejemplo la encuesta auto-administrada, que internet ha revitalizado. La existencia de paneles online de individuos que participan a cambio de una recompensa económica en todo tipo de encuestas, deflactan los criterios tradicionales de técnicas de muestreo, representatividad y aleatoriedad de la encuesta. En cambio se dispone de nuevas ventajas tecnológicas y metodoló-gicas en el diseño de los cuestionarios, como incorporar elementos audiovisuales o elementos lúdicos, que están al servicio de los objetivos de investigación.

Véase también

Referencias

  1. Kish, L. (1995): Diseño estadístico para la investigación. Madrid: CIS.
  2. 2,0 2,1 Moon, N. (1999): Opinion Polls: History, Theory and Practice. Manchester: Manchester Univesity Press. Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; el nombre «Moon, N. (1999).» está definido varias veces con contenidos diferentes
  3. Kertzer, D. I. y Barbagli, M. (2002): Family Life in the Long Nineteenth Century. Yale: Yale University Press.
  4. O’Day, R. y Englander, D. (1993): Mr. Charles Booth Inquiry: Life and Labour of the People in London. Londres: Hambledon Press.
  5. Weber, M. (1892): Die Verhältnisse der Landarbeiter im ostelbischen Deutschland. Leipzig: Duncker&Humblot.
  6. Groves, R. M. (2011): "Three eras of Survey Research". Public Opinion Quarterly, vol. 75, n.º 5, 2011: 861-871


Autor de esta voz

Julián Atienza Aledo