Voluntarios (campaña electoral)

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Los voluntarios son los simpatizantes de un candidato o partido político que colaboran o trabajan a título gratuito y libremente en la organización de una campaña electoral. Dos requisitos delimitan a este colectivo de otros participantes en la ejecución de la campaña electoral. El primero es que no perciben retribución por la realización de las tareas o funciones que tengan asignadas y la segunda característica es que la ausencia de retribución responde a que la actividad se realiza de forma desinteresada o altruista. La motivación de los voluntarios no responde a incentivos de carácter material o monetario, responde a otro tipo de inquietudes como puede ser la obtención de un beneficio colectivo o del bien común. Los motivos pueden variar desde el deseo de conocer gente o ampliar su círculo social, al deseo de reconocimiento o autoestima, pasar por algún tipo de lealtad partidista o algún tipo de beneficio a posteriori, es decir ayuda para recibir ayuda. Clark y Wilson (1961)[1] en un trabajo seminal establecen que los incentivos son la principal motivación y que estos variarán en función del individuo con diferente significación. Autores como Maarek (2009:212)[2] sostienen que la implicación del voluntariado se debe al efecto del carisma del candidato.

Voluntarios y activistas

Los voluntarios y los activistas los encontramos vinculados a las agrupaciones de base y son el personal de campo o terreno. Los activistas también realizan actividades voluntarias por las que no reciben, en la mayoría de países, una retribución económica por ello. La diferencia entre ambos radica en el grado de compromiso con el partido político. Los activistas militan en el partido político al que abonan sus cuotas de miembros y del que reciben un carné de afiliado a esa formación o agrupación política.

En una campaña electoral tanto los activistas como los voluntarios dependen del coordinador o de la coordinación de los equipos de campo (Maarek, 2006)[2] y se encontrarían en el nivel más bajo de la estructura organizativa, siendo ésta más masiva e irregular. Por otro lado se encontraría una estructura más formal y regular de la campaña, formada por los cuadros políticos y la estructura organizativa estable del partido político, el candidato o candidatos y los consultores o profesionales de las diferentes áreas involucradas en el desarrollo de la campaña electoral.

Funciones y tareas

La utilización de recursos humanos es un tema decisivo en la eficacia de una campaña política. El objetivo consiste en colocar al voluntario adecuado en el lugar preciso. La formación previa es importante aunque ésta se ve muy condicionada por el factor tiempo. Las actividades de formación cuando se realizan se hacen sobre el terreno y de forma muy sintética. La optimación de los voluntarios depende de su experiencia y de la formación recibida por el partido político o por otros activistas en su defecto. En este caso la red de activistas juega un papel muy importante en la formación y supervisión de los voluntarios.

La importancia de los voluntarios vendrá determinada en función del tipo de campaña electoral que se realice. En campañas donde se disponga de recursos económicos para la contratación del personal profesional para la implementación y desarrollo de las actividades su importancia será menor que en aquellas campañas donde los recursos monetarios no sean abundantes. El papel de los voluntarios en la campaña electoral es importante ya que supone en cualquier caso un ahorro en costes.

Con frecuencia, el marketing político tiende a infrautilizar a los voluntarios debido a la profesionalización de las campañas que excede de las competencias de activistas y voluntarios. Su razón de ser es ayudar  y actuar como trasmisor de información y comunicación entre el electorado y el partido político. Además la presencia de voluntarios ayuda a crear una imagen del candidato o partido político que cuenta con amplio apoyo popular.

Las tareas asignadas van desde la pegada de carteles, distribución de folletos y programas, pasando por la organización y planificación de una reunión o de los mítines políticos. Pueden ayudar en sondeos, en campaña puerta a puerta siempre que tengan una mínima formación y cierto nivel político ya que además de entregar material y solicitar el voto tienen que responder a preguntas e inquietudes del elector. Además, la introducción de elementos de marketing directo ha provocado la necesidad de contar con un número suficiente de activistas y voluntarios repartidos por toda la circunscripción para ayudar con la distribución por correo de materiales impresos o con acciones de telemarketing o de mailing. La implicación de éste colectivo puede variar a título individual desde un par de horas para un acontecimiento puntual hasta una participación completa.

Véase también

Referencias

  1. Clark, B. y Wilson, J. Q. (1961) Incentives systems: a theory of organizations. Administrative Science Quarterly, 6 ( 2) 129-166.
  2. 2,0 2,1 Maarek, Philippe (2011) Campaign communication and political marketing. New York: Wiley-Blackwell.


Autor de esta voz

Francisco Javier Alarcón González